Si bien el armado de rompecabezas es una actividad divertida y apasionante, en la medida en que te desafíes con puzzles más grandes, será necesario organizar la tarea para un armado más eficiente. El grado de dificultad puede variar según el número de piezas, el motivo y la marca elegida. En lo personal, puedo decir que la marca alemana Ravensburguer así como la marca polaca Trefl ofrecen rompecabezas de alta calidad y con piezas de excelente encastre.
Cada armado es único y podrás, en cada caso, aprovechar las bondades de cada diseño como puntas de ovillo para iniciar el armado. Sin embargo, al momento de abrir un puzzle, te recomiendo organizar la actividad en una serie de pasos que a continuación te compartiré.
1. Buscar un ambiente luminoso y una base sobre la cual apoyar.
La base puede ser una mesa, escritorio o hasta una madera liviana montada sobre dos caballetes. Lo ideal es que el rompecabezas tenga su propio lugar de armado y que esté a la vista (sobre todo a tu vista, porque irás creando una memoria gráfica de él y de sus fichas), pero en caso de que no dispongas de tal lugar, podrás usar como base un cartón acorde al tamaño requerido que te permita apoyarlo sobre una mesa y luego desplazarlo con cuidado.
2. Clasificar las fichas.
Personalmente, te recomiendo hacer una primera clasificación según la forma de la ficha. Por un lado, separá las fichas que forman parte del borde. Por otro lado, clasificá las fichas según sus partes salientes. A continuación te muestro las formas a clasificar.


Una vez que las fichas están clasificadas según su forma, podés subclasificar según el color o tonalidad de la pieza, aunque este paso no es estrictamente necesario.
3. Armar el borde.
4. Armar el resto del puzzle aprovechando detalles gráficos propios de cada motivo.
En el caso del Mapamundi, luego del borde formé la franja horizontal escrita y, seguidamente, los aledaños de cada circunferencia; mientras que, en el puzzle de La creación de Adán, utilicé otra estrategia. En esto, no existe una regla que pueda ayudarte pero sí facilitadores propios de cada diseño que podrás descubrir observándolo un rato.


Una vez finalizado, podrás pegarlo sobre alguna superficie o enmarcarlo. Si es chico en cuanto a su tamaño, podrás hacerlo en casa y culminar la tarea pincelando la superficie con un conservador de puzzles que venden algunas marcas . Sin embargo, si el tamaño es considerable, lo ideal es llevarlo a enmarcar y que te asesoren acerca de las mejores superficies y adhesivos para una óptima conservación de las piezas a lo largo del tiempo.


Si estás pensando en desafiarte, te animo a que pruebes con esta actividad progresivamente ya que fortalecerá tu paciencia, tu capacidad de concentración y de estar presente, el lidiar con la incertidumbre de no saber hasta el final si te falta o no alguna ficha, y cuya finalización te colmará de satisfacción y de disfrute.
¡Adelante!
¡Éxitos con tu armado!